Somatic es un robot autónomo que ha sido creado para realizar la ardua tarea de limpiar aseos públicos durante toda su vida. En distintas oficinas de Nueva York, se pasa el día dejando los baños impecables. Al ser un robot no se cansa ni se queja, a pesar de que su sueldo es la mitad de lo que cobraría si fuera humano.
El robot de Somatic es una especie de caja con cuatro ruedas que tiene un brazo robótico que aspira y limpia el suelo. También tiene otros dispensadores más pequeños para verter agua a presión, detergentes y otras sustancias sobre las superficies a limpiar. Funciona de forma totalmente autónoma una vez identificado el cuarto de baño que hay que limpiar.
Sus creadores indican que el robot está diseñado para trabajar en aeropuertos, oficinas, centros comerciales y lugares similares donde haya baños con gran afluencia de personas. De momento ya funciona en varias oficinas de Nueva York.
A diferencia de otros robots, el de Somatic no se puede comprar. En lugar de eso, se contrata, con un contrato de 40 horas semanales como cualquier otro empleado. La diferencia es que su salario es de 1.000 dólares, mientras que un humano en situaciones y contextos similares podría cobrar más de 2.000 dólares. Según el fabricante, basta con dar al robot agua y electricidad para que haga su trabajo.
El baño como lugar ideal para entrenar a un robot
Entrenar a un robot no es tarea fácil, por muchas habilidades que tengan los de Boston Dynamics. Un ejemplo es el robot que tras cientos de millones de dólares de inversión aún no sabe hacer una pizza. Pero según Somatic, en el campo de los baños públicos es un poco más fácil.
Según explican sus creadores a TechCrunch, los cuartos de baño tienen la peculiaridad de que se diseñan de forma muy similar siempre, los elementos que se encuentran en un cuarto de baño son casi siempre los mismos. Además, no suele haber piezas sueltas o móviles. En otras palabras, si el robot practica en unos cuantos baños, sabrá cómo limpiar en casi cualquier baño público con sólo conocer el mapa del baño.
Este “diseño único” ha permitido a sus creadores entrenar al robot en un baño nuevo mediante realidad virtual y a distancia. Cuando el robot llega por primera vez a un baño nuevo, sus creadores se conectan a él y “limpian” el baño una vez para que el robot aprenda cómo hacerlo. A partir de ese momento tiene un mapa en 3D del espacio y puede hacerlo por sí mismo la próxima vez.
El robot limpia el baño de forma rutinaria y combina esa tarea con la de recargarse con más detergente y otros recursos necesarios. Completa su jornada de ocho horas y vuelve a empezar al día siguiente. Y los 1.000 dólares al mes, para sus creadores.
Fuente: Techidense