(ABC Cultura) El análisis publicado por la American Library Association muestra un aumento en la censura
Es probable que las solicitudes para prohibir libros en las bibliotecas y escuelas de EE. UU. se disparen en 2022 con respecto al año anterior, según un informe publicado por la Asociación Estadounidense de Bibliotecas. La organización rastreó 1269 desafíos, el número más alto desde que la asociación comenzó a investigar los esfuerzos de moderación hace más de 20 años.
“El desafío del libro es pedir que se elimine de la colección de la biblioteca para que nadie más pueda leerlo. Descubrimos que estos desafíos provienen de grupos de moderación organizados, que acuden a las reuniones de la junta de la biblioteca local para exigir la eliminación de una larga lista que han compartido en las redes sociales”, dijo en un comunicado la Oficina de Libertad Intelectual.
Según el estudio, se censuraron un récord de 2571 títulos en 2022, un 38% más que en 2021, con 1858 títulos. La mayoría de estos titulares fueron escritos por o sobre miembros de la comunidad LGBTQIA+ y personas de color.
Según ‘The New York Times’, muchos de estos libros están siendo retirados de colegios y bibliotecas de todo el país, como ‘The Bluest Eye’, de la escritora afroamericana ganadora del Premio Nobel Toni Morrison, o ‘The Handmaid’s Tale’, de Margaret Atwood, y trabajos más recientes como ‘This Book Is Gay’ de Juno Dawson o ‘Gender Queer’ de Maia Kobabe. La AP también mencionó “Las aventuras de Huckleberry Finn” de Mark Twain y “En busca de Alaska” de John Green.
Caldwell-Stone continúa: “Cualquier intento de prohibir los libros por parte de uno de estos grupos representa un ataque directo al derecho constitucionalmente protegido de todos de elegir libremente qué libros leer y qué ideas descubrir”. “La elección de qué leer debe dejarse al lector o, en el caso de los niños, a los padres. Esta elección no pertenece a los policías autoproclamados del libro.
La presidenta de ALA, Lessa Kanani’opua Pelayo-Lozada, dijo:
“Todos los días, los bibliotecarios profesionales se sientan con los padres para determinar cuidadosamente qué material de lectura se adapta mejor a las necesidades de sus hijos. Hoy en día, muchos bibliotecarios enfrentan amenazas a su trabajo, seguridad personal y, en algunos casos, amenazas de juicios por proporcionar a los jóvenes libros que ellos y sus padres quieren leer”.